martes, octubre 19, 2004

Como dice la canción: Es difícil decir "lo siento". Parte II

Al prestar un servicio, tarde o temprano vamos a hacer algo por lo cual tendremos que disculparnos con el cliente.

Pero al pedir disculpas, no hay que poner una condición. El ejemplo clásico: “Discúlpeme si acaso lo ofendí”. ¿Cómo se va a sentir el cliente si estamos dudando de que él está ofendido? Es mejor que nos crean… condicionar el remordimiento no va a mejorar la situación. Hay que pedir perdón por la causa del enojo y por ocasionar la reacción del cliente.

Para más profundidad en el tema, les recomendamos este artículo (en Inglés) de Salon.com.